La llegada de cada período electoral es, por lo general y hecho sine qua non, la oportunidad dorada para cualquiera que tenga capacidad de legislación y/o poder de veto, de realizar las leyes "pendientes" (que tienen en común la búsqueda del voto) que no pudieron, por cualquier motivo o pretexto (políticamente es lo mismo) realizarlo en el período ordinario en el cual fueron elegidos, con este antecedente, doy dos ideas/propuestas que puede acoger cualquier candidato a la Asamblea Nacional o presidente de la República, para que pueda aplicarse un año antes de que se desarrollen elecciones en sus dignidades:
1: declarar en "receso" a la Asamblea Nacional un año antes de la fecha estipulada por el Consejo Nacional Electoral, sólo regresando una vez finalizada el proceso eleccionario ordinario y;
2: retirar, en el lapso de un año previo a las elecciones para presidente, vicepresidente, asambleístas nacionales, provinciales y parlamentarios andinos, el poder de veto, en cualquiera de sus formas, al presidente de la República en funciones.
Objetivos de las propuestas:
- Evitar, bajo cualquier concepto, la elaboración y colegislación de leyes, en sus ámbitos respectivos, que tienen un claro indicio de búsqueda de votos.
- Permitir, a las nuevas dignidades (o en el caso concreto si existe reelección), empezar con nuevos proyectos de ley o retomarlos así sea el caso.
- Desterrar la lógica clientelar que se ciñe previo a cualquier proceso eleccionario.
Estas dos ideas/propuestas sin duda pueden ser perfectibles. En el caso concreto de la Asamblea Nacional, esperaría ser más radical, dejando abierta la posibilidad de su disolución y retorno en sus funciones una vez finalizado el proceso eleccionario previo a un año luego del llamado del Consejo Nacional Electoral.
Lo único que no puede modificarse es el corazón de la idea: el retiro del poder de veto y colegislación del presidente de la República y el receso de la Asamblea Nacional.
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