Decorar los problemas: el continuismo correísta edulcora la crisis.

 

 

Lenín Moreno, desde el sillón presidencial, ha tenido serios problemas, muchos de ellos con suficiente pertinencia para que deje el poder, pero hay sectores que no lo dejarán irse porque es el benefactor de sus intereses. 

Entre tantos problemas que el país tiene, hay algunos que sin duda dejan con un sabor amargo por la forma tan absurda y hasta pintoresca en como el Ejecutivo las trata.

 

Dos en particular: la crisis de los jubilados del IESS y la economía informal.

 

La primera y, siguiendo el libreto de la década del lleve (del cual fue parte el actual mandatario) busca la forma en cómo financiar el pago a los jubilados del IESS, y ha encontrado la forma MÁS IDÓNEA para ello: que el ecuatoriano "ayude" a salvarlo de esa crisis.

 

El secretario particular de presidencia, Juan Roldán, así lo dejó entrever en unas citas que Vistazo tomó el 31 de julio, manifestando que "tengamos que hacer un esfuerzo extra... para pedirles a los ecuatorianos un apoyo directo y pagar a los jubilados".

 

¡Cuánta desfachatez en esa frase! Roldán, quien tuvo su paso por la era de Correa, ha dejado claro que el Ejecutivo busca, con la ayuda de la Asamblea Nacional, ese "esfuerzo extra", ¿y para cuándo serpa que todas las Funciones del Estado Ecuatoriano se "esfuerzan" en cobrar lo robado por los secuaces de Moreno? Si no lo hace y, peor, pretenden meter mano en el bolsillo de los ecuatorianos con algún eufemismo, como pasó con la ayuda dada en lo posterior a lo sucedido en Manabí el 16 de abril del 2016, pues tendrán que esperar sentados en esa materia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan Sebastián Roldán, quien en su paso por el gobierno de triste recordación de Rafael Correa ocupó, entre otros cargos, el ministerio secretaría de Transparencia y la subsecretaría de seguridad, planteó el 31 de julio, al pueblo ecuatoriano, hacer "un esfuerzo extra" para que el Seguro Social (IESS) pueda pagarles a los jubilados. Si el gobierno actual lograra cobrar lo que se llevaron en los diferentes contratos, que fueron atentatorios al interés nacional, se podría pagar dichas deudas sin problema alguno.

En el segundo tema, la hipocresía del gobierno nacional no tiene límites: hacer apología de la economía depauperada es una de las formas más perversas del correísmo, "decorar" la pobreza bajo el manto de "emprendimiento" es un acto tan torpe que solo puede caber en la mente de alguien que no tiene idea de lo que pasa en el convivir diario. Entre tantos problemas serios (como la crisis carcelaria  el mal uso de bienes públicos de dos funcionarios), esto sigue siendo repudiable en líneas generales, porque se entendería que daría algún incentivo para reducir los niveles de pobreza en el país, todo lo contrario, hace lo inicialmente mencionado, lo peor es que la forma ejemplar de como lo hace, porque un niño de 5 años no debería "comprar una cola y vasos y estar vendiendo en las esquinas", sino todo lo contrario, estar en algún espacio natural para su edad, que sería una escuela o en su hogar. Simplemente inadmisible el tratamiento banal del gobierno en esto

En fin, el gobierno nacional y las demás Funciones estatales viven en un mundo surreal, tan surreal como lo que expresó la ministra del interior con respecto a Iván Granda: "Él es mi marido para fines prácticos". Lo más práctico es que se vayan a sus casas. Favor nos harían a todos.