Foto de Guillermo Lasso en campaña electoral. Cortesía: Revista Semana de Colombia.
Terminada la parafernalia que supuso todo lo relacionado a la elección de Guillermo Lasso como nuevo presidente del país, es relevante dar ciertas pistas de lo que ha sucedido y podría significar un posible cambio en la visión política del país, mirando desde el entorno de la sociedad en general.
Para empezar, se destaca por ejemplo la aceptación del triunfo de parte de Araúz y, posterior a eso, de Correa, en la victoria del ahora nuevo dignatario. Personalmente, dudo de la verdadera naturaleza de dicho momento, pero es para la clase política un respiro ya que es la normalidad de que, mas allá de los eventos que se han dado, hay cierta madurez la relaciones políticas: un país bastante polarizado dependía mucho de lo que debió pasar después de ya conocer los resultados de la segunda vuelta.
Así mismo, en entorno de lo que está relacionado con debates como el tema de la despenalización del aborto requieren cierto nivel de observación en relación a sus agentes, ya que ciertamente la posición de la ahora primera dama es importante, ya que será la voz natural para cualquier decisión que se tome dentro del gabinete, pero este marco representa un visión de primera instancia. La esposa de Lasso no tendrá mayor injerencia en los asuntos que emanen de las políticas de gobierno y Estado que el Ejecutivo deberá promulgar; en la práctica, Lasso emitió un comunicado dejando de lado que lo resuelto por la Corte Constitucional su "inquebrantable respeto a los valores democráticos y republicanos", manifestando su "respeto" a dicha decisión.
Comunicado que emitió Guillermo Lasso con respecto a la decisión de la Corte Constitucional en despenalizar el aborto en caso de violación.
La visión y credo personal no interfiere con su perspectiva de futuro Jefe de Estado. Esa distinción ontológica será relevante en el ejercicio del poder.
En el ambiente social, atizado por ciertas corrientes retardatarias de ambos bandos, la encarnizada lucha por posicionar a cada uno de sus candidatos (y esto también se dio en primera vuelta), daba una sensación de que podría fragmentarse cierta práctica política de convivencia. El debate de la segunda vuelta, organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), supuso, con sus deficiencias y fallas de concepto, una oportunidad para que la ciudadanía supiera algo más de sus candidatos; lo posterior a ellos y sus eventos también supuso para los electores otras variables para ir pensando en sus votos, pero en las redes sociales ("aplicaciones"), la "batalla" por ganar era muy amplia que se daba todo tipo de espectáculos, entre los más relevantes fueron las falsas noticias, que seguirán siendo el nuevo recurso para, incluso, posicionar lo mal que ha sido todo.
Las lecciones que ha dejado esta elección y sus consecuencias se verán en el futuro mediato: el gobierno de Lasso deberá cumplir la agenda mínima en sus primeros 100 días de gobierno, y todos los actores políticos y sociales estarán a la expectativa de que, en el proceso, se vayan dando en la práctica las principales promesas de campaña electoral. No será fácil su gobierno hay que decir, tendrá mucha oposición empezando desde el Legislativo, donde la tendencia opuesta a su ideología es mayoría.
De parte de la ciudadanía resta ser críticos con el gobierno, no se actor sin actuar dentro del andamiaje sociopolítico; cualquier desavenencia, por más que se haya aupado un cambio político, no es indicador para no aceptar que desde el poder se haga lo que quiera: el gobierno no tiene un cheque en blanco para hacer lo que crea es de su gusto, sino cumplir con lo ofrecido y respetar los derechos civiles y respetar la libertad en todas sus formas; esto es lo que no cumplió el correísmo y permitió que el país cayera en una especie de "tara", una "dictadura mental" que hizo que no se dieran los reclamos sociales justos para todas las demandas que se tenían. Hoy, y como consecuencia de una crisis económica aupada por ellos, más la crisis sanitaria mundial provocada por la pandemia del covid19, el país tiene mucho que hacer, pero cualquier intento de sacrificio deberá empezarse desde las altas esferas del poder, eso como una demostración plena de que el cambio sirvió, de no ser así, el nuevo gobierno sólo será uno más que pasaría a la historia por su incompetencia. Veremos el accionar del nuevo Ejecutivo y las demás ramas del Estado su accionar a partir del 24 de mayo, día en que se posesionará el nuevo gobierno.
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